Llevan ya años detrás de la reapertura de la cantera de Los Pasitos, en Jagua, y por fin parece que se acercan a su objetivo.
Disimulado bajo la forma de restauración paisajística, los promotores de la extracción pretenden sacar unos 30.000.000 m³ de áridos de esta parte del Parque Rural de Anaga (incluida además en la Red Natura 2.000 como LIC y ZEPA, y declarada por el PRUG como Área de Sensibilidad Ecológica), que serán utilizados, sobretodo, para rellenos del puerto de Santa Cruz y para la marina deportiva pretendida en San Andrés, contraria a los vecinos de este pueblo costero.
En cuanto a los riesgos para los vecinos, los trabajos de extracción (que se alargarán durante 4 años) provocarán gran cantidad de polvo que, atendiendo a los vientos reinantes de la zona, afectarán considerablemente al barrio de Cueva Bermeja, a los trabajadores de la Dársena Pesquera, así como a los vehículos y peatones que utilizan la autovía de San Andrés.
Por su parte, Cueva Bermeja se encuentra asentada en la ladera opuesta a parte de la zona de extracción, lo que podría causar graves daños al utilizar los explosivos y la maquinaria, pues las vibraciones pueden afectar a las viviendas o provocar caída de piedras de la parte alta de la ladera.
Por todo ello, dicha “restauración” va a causar un mayor impacto en el medio y en los vecinos próximos del que produce el actual acantilado, que, además, puede servir para estudiar la geología de la zona y como recordatorio de los abusos del pasado sobre el paisaje insular.
Asimismo, teniendo en cuenta que el paisaje circundante (con las canteras activas de Jagua y otras antiguas voladuras como la de La Jurada, en Valleseco, de similares características a Los Pasitos), no se aprecia un significativo cambio a mejor del litoral sur de Anaga, máxime cuando lo que se pretende es “abancalar” la zona, con lo que el resultado distaría mucho de presentar un aspecto natural.