¡¡Derribar el mamotreto!! Sigue siendo nuestra consigna desde la manifestación de junio de 2009.
En aquel momento los vecinos de Anaga alzaron la voz en contra de ese edificio (destinado a aparcamientos, establecimientos comerciales o lo que sea), que se erige en el entorno de San Andrés como símbolo de especulación al más puro estilo capitalista de unos políticos que sólo conocen el desarrollo económico y social a través del urbanismo agresivo.
En este momento salimos al paso de declaraciones de vecinos de Anaga que reclaman el uso del edificio para diferentes objetivos y nosotros pensamos que no. Ese edificio tiene en duda como mínimo su correcta localización, ya que más que presumiblemente incumple con el deslinde marítimo terrestre. Si no se derribase, sería como dice un amigo de San Andrés, aplicar la política de hechos consumados, es decir; ya que está hecho lo vamos a aprovechar. ¡¡Pues no!! La Ley está para cumplirla, y si algunas personas han perdido sus casas y otras están a punto de perderlas por culpa de esta norma, que los políticos recuerden que sus decisiones se ven sometidas a la misma fiscalización que el resto de ciudadanos.
El ostentar un cargo político no es sinónimo de cheque en blanco para hacer y deshacer sin temer las consecuencias.
Además, si queremos estructuras que sirvan al pueblo, los vecinos de Anaga deben saber que hay proyectos redactados para la construcción de centros que cumplan esos objetivos, en espacios de propiedad municipal, sólo es necesario luchar por ellos. Son proyectos muchos de ellos, muy buenos, elaborados por profesionales, que se quedan en las estanterías del político de turno cogiendo polvo y perdiéndose en el olvido.
Amigos y amigas ¡¡Ese mamotreto lo tenemos que tirar!!
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